lunes, 24 de febrero de 2014

Confía.

Lo sabe. Hay otra persona que lo sabe. No sé como sentirme, la verdad. Es extraño. No sé si he hecho bien o no. Porque, ¿y si me traiciona y lo cuenta? Confío en él. Pero, alomejor no debería.
Es cierto, que, ha sido como liberarse de un gran peso, aunque siga pesando.
Reconozco que tengo que darle las mil y una gracias por lo que ha hecho.

¿Cómo sabemos si debemos confiar en alguien?
No lo sabemos. Debemos dar por hecho que esa persona a la que le contamos algo, jamás dirá nada.
Y entonces, ¿por qué no mejor guardárselo para uno mismo? Sería otra idea, pero a veces, hay cosas que necesitas compartirlas con alguien. Que alguien te de su opinión y te apoye. Tal vez incluso, que se identifique contigo y te de consejo.
A veces es difícil confesarlo todo, lo sé, pero hay veces en las que es necesario. Desahogarse. Llorar, gritar, reír...

Desahógate. 

viernes, 21 de febrero de 2014

Giro.

¡Hola a todos y a todas!
Hoy no hay una entrada como las de siempre.
Hoy venía lo primero, daros las gracias a todos los que seguís mi blog, y lo leéis. Para mí, es algo que me hace muchísima ilusión.
Y lo segundo deciros que, voy a darle un nuevo giro al blog. Y con esto me refiero que a parte de lo que he estado haciendo hasta ahora, publicando y hablando sobre mis pensamientos y sentimientos, he decidido añadir nuevas cosas. Es muy difícil siempre tener algo, del tipo de lo que he escrito hasta ahora, nuevo y que no sea repetitivo. Por lo que, obviamente voy a continuar con ello, pero alomejor solo un post sobre ello a la semana. Lo que voy a añadir, es algo ya en plan hablando sobre mis hobbies y pasiones. Daros mis consejos y tips y así que cada vez vayáis sabiendo más sobre mí. Y tal vez de eso haya dos a la semana. Como hasta ahora que he ido intentando que hubiera tres posts a la semana. Cada dos días.
Muchas gracias.




miércoles, 19 de febrero de 2014

Lunes, 26 de marzo de 2012.

Vale, tengo que reconocerlo: sonrío cuando me llega un mensaje tuyo, me acomodo en la cama, como si la conversación fuera a durar horas y horas, a pesar de saber que no es así.
Será una conversación de esas tipo:
- Hola
- Hola
- ¿Qué tal?
- Bien, ¿y tú?
- Bien
- Me alegro
- Y yo
Y lo más seguro es que acabe ahí. Los mismos siete ridículos mensajes de casi siempre, pero que me hacen feliz.
Me hacen recordar lo que un día vivimos. Eso que fue NUESTRO, y de nadie más, a pesar de que al final alguien sí se metiera en medio. Tres son multitud. 
Esos momentos en los que a escondidas hablábamos, el momento que me quedé dormida, pues me venció el sueño, y tú te quedaste tras esa pantalla esperando una respuesta.
Fue poco tiempo, todo fue extraño, creo que no fue el mejor momento el que elegimos para ser algo más.
Demasiado pronto. No teníamos lo que teníamos que tener para seguir con ello.

Y, ahora aquí, te escribo. ¿Por qué? Quién sabe. No estoy segura de sentir algo por ti. Es extraño. Cualquiera pensaría que sí. Es normal pensarlo, ya que, una persona que se siente feliz cuando otra le habla y le pregunta cuatro cosas. El caso es que creo que sí siento algo, pero a la vez no.

Todo en esta vida es demasiado extraño.

lunes, 17 de febrero de 2014

Perfecto.

Todos queremos a ese príncipe azul de los cuentos. Queremos que nos traten bien, nos quiera como no quiere a otra persona que no sean sus hijos. Queremos que esté siempre a nuestro lado, en las cosas buenas y en las cosas malas. 
Pero, ¿de verdad existe? 
¿Cuántas personas conocen a ese "príncipe azul"? 
No existe una persona tan perfecta. 
A nuestros ojos sí es perfecta, pues al quererla tanto, nos parece que no hay nadie que le llegue ni a la suela del zapato. Que es lo mejor que nos ha podido pasar. Que es PERFECTA. 
Y con eso nos basta, nos conformamos. ¿Por qué buscar otra cosa, cuando ya hemos encontrado lo que de verdad queríamos? Alguien que sí, en el fondo sabemos que no es perfecto, pero a nosotros nos lo parece. 
Nos parece único, increíble, y sublime.
Es la persona que nos hace perder la noción del tiempo, la que nos mata de risa, la que nos hace sentir la única persona de este mundo, la que nos hace perdernos en su mirada, en su sonrisa. 

sábado, 15 de febrero de 2014

O la tomas, o la dejas.

¿Qué ocurriría si te enamoraras de dos personas a la vez? Ya que cada una te complementa a su manera. Y cuando te falta una de ellas es como si te faltara una parte de ti. La mejor opción, para ti, sería que se metamorfosearan y en vez de dos, fuera UNA ÚNICA PERSONA. Sin haber perdido nada de lo que era antes. Dos, en uno. Pero, la cosa es que eso es en las pelis de ficción, así que, quítatelo de la cabeza cuanto antes.
Piensa, ¿cómo lo harías?
¿Tendrías dos relaciones a la vez sin que se enteraran ninguno de los dos que estás con el otro?
¿Se lo contarías a uno de ellos, al que crees que mejor se lo tomaría, y si lo aceptara tendrías las dos relaciones?
¿Te joderías y te alejarías de uno de ellos?
¿Te joderías y te alejarías de ambos, para buscar a una ÚNICA persona?
O, ¿serías capaz de hablar con los dos y decirles que no puedes vivir sin ninguno de ellos?

No te recomiendo ni la primera ni la segunda.
Obviamente la última sería, en el fondo, lo más correcto, pero eso sí, el problema es la reacción.
La tercera y cuarta son las otras opciones más sensatas.
Yo optaría por la última, y dependiendo de la reacción, seguiría con la tercera o cuarta.

Un poco complicado.
Pero así es la vida.
O la tomas, o la dejas.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Moriría por ti.

A veces se me pasa el hecho de si contará algo de esto, ¿qué ocurriría? Obviamente, todo menos algo bueno. 
Me siento como si lo traicionara. Aun que en realidad, no es ninguna traición, ya que se lo merece. Me cuesta escribir, decir y pensar estas palabras: 'se lo merece'. Sé que es verdad, pero me jode que sea precisamente él. Siempre le había visto como a alguien de quien aprender algo. Y ahora no sé si quiero aprender algo de él. Pero ya lo he hecho. Llevo 14 años haciéndolo. Un poco menos, ya que esto viene de antes. 
A veces me dan ganas de gritarle en la cara lo mierda que es, que no sirve para nada, y por último decirle que por mucho daño que nos esté haciendo, a los tres, le quiero, y con toda mi alma, y que no sabe cuánto, y que a pesar de todo, prefiero morirme yo que verle morir a él. No sabe lo que tiene, y jamás lo sabrá hasta que lo haya perdido todo. Pero a pesar de todo, yo seguiré ahí para estar con él en sus momentos de soledad, para acompañarle e intentar que siga en línea recta. Y que aun que ya nada de lo que ha hecho se pueda arreglar, pues le voy a odiar toda mi vida, le voy a ayudar a ir por un mejor camino si es lo que él quiere, y le voy a seguir queriendo, más que a mi vida entera.