miércoles, 7 de enero de 2015

Stop bullying.



Vuelta a clase. Vuelta a la realidad. Vuelta a seguir formando nuestro futuro. Vuelta a ver a ciertas personas que echamos de menos. Vuelta a ver a ciertas personas que no echamos de menos. Vuelta al paraíso para algunos. Vuelta al infierno para otros.


Jamás llegaré a entender cómo puede haber gente tan cruel y vil en este mundo. ¿Cómo tenéis el valor de hacerle daño a los demás de esa manera? ¿No tenéis conciencia?  ¿Acaso no os duele cuando hacéis parecer a los demás auténtica mierda?

Insultos, humillaciones, agresiones, desprecios, marginaciones... Todo esto ocurre cada día. Cada hora. Cada minuto. Cada segundo.

Por Dios, todos somos personas. Todos nos merecemos un respeto. Todos nos merecemos ser queridos y amados por otras personas. Todos merecemos vivir en paz. Todos merecemos ser felices.

Nadie merece ser despreciado por los demás. Nadie merece ser humillado. Nadie merece ser maltratado física y/o psicológicamente...


Miento. He dicho mentiras: sí que hay gente que no se merezca respeto. Sí que hay gente que merece ser despreciado.
¿Por qué ellos sí? Porque fueron ellos los que empezaron siendo irrespetuosos. Empezaron a humillar y despreciar a los demás. No les dejaron ser felices.

Si eres tan mala persona, te mereces tantas cosas...
En cambio, si ayudas a las personas que sufren maltratos psicológicos y físicos, si les defiendes, si les haces felices... También te mereces muchas cosas, pero totalmente diferentes.

Di no al maltrato.

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