domingo, 6 de enero de 2013

Todo cambia.

Y recuerdo cuando era una enana, y me sale una sonrisa.
Recuerdo a mi abuelo, recuerdo que no había esas disputas con mi hermano, ni con mis padres. Recuerdo que todo se paraba con un simple "crucis", que todos corríamos como locos para no quedar como el tonto o el cara culo del grupo. Que si querías algo sólo tenías que ponerle la misma cara que el "Gato con Botas" de Shrek a tus padres, y caerían rendidos a tus pies.
Pero un día despiertas, y te das cuenta de que al menos que no tengas una maquina del tiempo no podrás ni ver a una persona que ya no está en este mundo, ya no podrás parar el tiempo y decir: Voy a volver a empezar. No, todo ha cambiado, no podrás hacer nada para no discutir con tu hermano/a o con tus padres. Siempre habrá la típica bronca de: "No, eso es para mí", o "No, vas a salir con tus amigas, porque no quiero que vayas tan lejos".
Es algo típico en esta vida.
Todo ha cambiado.
Todo cambia.

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